FUTURE FAKING DE NARCICISMO
-FALSIFICACIÓN DE FUTURO-
En la mitología griega y romana las personificaciones del destino se daba a través de tres hermanas hilanderas, que vivían en el Hades; ellas, eran quienes confeccionaban el destino que luego entregaban a cada persona y según la longitud y tipos de hilo de esa confección, así sería la vida y duración que tendría esa persona con una parte de bien y de mal que llevaría a lo largo de la vida. De tal modo que, el destino o futuro pareciera que no fuera una casualidad sino, la consecuencia del acto de hilar y de tejer de tres divinidades que reciben el nombre de las tres Moiras o, para los romanos, las tres Parcas. La cuestión es que la certeza o curiosidad del ser humano por saber o tener control sobre el futuro los arroja, en ocasiones, a realizar o tomar ciertas acciones que los hace pensar que pueden influir en lo que pudiese depararles la vida; sin embargo, lejos están del tener presente las circunstancias que, como parte de ese posible destino, trae consigo individuos que sin ser divinidades o parientes de las Moiras o las tres Parcas son expertos en construir la falsificación futura o future Faking.
El future Faking, consiste en crear falsas situaciones y falsas expectativas a las personas; en efecto, es la estrategia más atroz, sádica y perversa utilizada por el narcisista. Consiste esencialmente en el hecho de que el narcisista te dice lo que te gustaría que sucediera en el futuro para que puedas hacer lo que él o ella quiere que hagas durante el presente; traza una serie de promesas que no tiene intención de cumplir y que, desafortunadamente, las mentes sanas y empáticas van a creer; así que, con un tono de voz que suena muy entusiasta y con gestos muy sinceros en la cara, describen planes de proyectos de negocios, realización de empresas o en caso del iniciar o tener una relación de pareja, un futuro prometedor y maravilloso que nunca va ocurrir porque, luego, de un tiempo, la actitud fría y distante comienza aparecer mientras los acuerdos o encantos a un futuro, editado a lujo de detalles, desaparece entre telarañas o tierras movedizas y en donde, la o las victimas siempre serán los responsables de la no realización de esos proyectos; es decir, aparte de victimas serán culpables del cancelar o boicotear cualquier momento o proceso que conllevara a ese extraordinario futuro; es importante comprender que, invariablemente, el narcisista es experto en realiza los giros de la culpa por medio de la confusión y tergiversación de los argumentos para que la víctima dude de su propio criterio, se sienta ansiosa, confundida o incluso depresiva y poder manipularla más facilmente; este método de confusión narcisista se denomina en psicología como "Gaslighting" o luz de gas; el origen de este término proviene a partir del año 1938 a través de la obra de teatro británica que se llamó Gas Light; el argumento, de esta obra, cuenta el propósito del esposo al querer convencer a su mujer de que está loca por medio de maniobras que la hicieran dudar de su memoria, estado racional o de lucidez mental.
Es importante comprender que, los proyectos del future Faking narcisista NUNCA tienen intención de efectuarse porque, si hay algo que define al narcisista es su nula capacidad de la verdad y COMPROMISO en todo sentido; ahora, si llegara a constituir alguna promesa es sólo si, luego del cumplimiento de la misma, él o ella sigue obteniendo algún beneficio a interés personal pero, siempre, a riesgo de la víctima que construye proyectos sin cimientos y que por cuestiones de leyes físicas tendrán que caer. Todo es un show en el cual los narcisistas, como siempre, son buenos actores. Su vida es toda una falsa promesa y esta estrategia, del future Faking, le permite mantenerte a su lado como fuente de combustible emocional, económico y social a las personas que necesita. Así que, para quienes desean un futuro pacífico con posibles socios o un futuro económico que permita cierta seguridad o quienes buscan la tan anhelada estabilidad emocional; el future Faking, es el juego más despiadado y hasta poderoso, que permite satisfacer sólo los deseos personales del narcisista mientras se descompone la estabilidad emocional y hasta económica de las víctimas que están dispuestas hacer los sacrificios necesarios, desde el presente, por el cumplimiento de ese futuro incierto. Con el future Faking, el narcisista recopila y sopesa, en su nociva balanza, el valor de cada una de las acciones obtenidas de sus víctimas con el propósito del saber si están dispuestas a cumplir cada requerimiento, verificado en el ahora, por ese futuro que le gustaría que sucediera y que, por supuesto, no va a pasar; de este modo, el narcisista, puede identificar qué tan manipulables y frágiles son las personas que lo rodean para obtención sólo de sus beneficios personales.
Dentro del plano sentimental, el narcisista busca con el future Faking enganchar a la persona por medio de aspectos que sabe puede ser vulnerable y en la medida que permita la sugestión más mágico será el futuro; por tal razón, puede comentar lo feliz que se siente y lo bien que será el poder comprar una casa, tener hijos, viajar por países o paisajes de ensueño y construir grandes historias juntos. Además, van a desear ingresar al círculo social y familiar, de la persona que conocen o enamoran, para poder conocer, de primera mano, quiénes son los amigos, familiares y personas que en general los rodean; lo anterior, le permite al narcisista extender lazos a personas que serán sus próximos flying monkeys o monos voladores; los flying monkeys, es un término usado en la psicología para describir al prototipo de persona que va a orbitar en pro de narcisistas y psicópatas para avalar y dar credibilidad a todo lo que hacen y dicen y, por supuesto, el rotular a la o víctimas como personas con serios problemas de actitud interpersonal. El narcisista, en su nociva balanza, siempre analiza y calcula que tan beneficiosos serán los flying monkeys por medio de las invitaciones que estos realizaran a restaurantes caros o a lugares con todo el lujo y las comodidades posibles; de igual manera, siempre se van a fijar qué tan rentable son las posesiones y posiciones de los flying monkeys que les pueda permitir la obtención de beneficios personales; por tal razón, el tiempo de duración de esta “amistad” o “camaradería” con los flying monkeys, es relativo según los interés del narcisista e invariablemente con consecuencias devastadoras para los flying monkeys.
Los flying monkeys, son reclutados por el narcisista con el propósito del que se adapten a sus propios caprichos y necesidades; también, suelen ser usados para dar falsos testimonios en juicios que pudieran perjudicarlos; y, en caso de rupturas matrimoniales o de pareja, es lamentable el uso de los hijos como flying monkeys para realizar denuncias falsas por malos tratos, violencia de género; etc. Lamentablemente, el narcisista no puede llevar una vida normal porque su personalidad, constantemente, parte de las múltiples máscaras que usa para cada situación como si fueran funciones que les permite desplegar esa aureola de ser encantador y que lejos está la persona empática o de mente sana de imaginar lo arrogantes y prepotentes que son. De tal modo que, si das con un narcisista que te describe un future Faking, lo mejor es alejarte y no luchar con esa alma oscura porque, para este prototipo de personas, nunca todo o nada les será suficiente. Así que, resultaría más benéfico el aceptar la confección del destino descrito en la mitología, por medio de las tres parcas, que sufrir el desengaño de falsificación de futuro del vacío narcisista.
GHOSTING EMOCIONAL
La palabra fantasma (φάντασμα), para los griegos, se asociaba a la aparición o manifestación de algo con aspecto de ser real o inmaterial; en muchas ocasiones, suele asociarse a la imagen de una persona fallecida que puede aparecerse a los vivos; de hecho, se escuchan tantos relatos sobre fantasmas que puede causar, en las personas, la curiosidad o el temor ante lo desconocido que involucra lo sobrenatural y lo terrorífico. Para otras personas, los fantasmas no existen, no tienen una base en la realidad, y son simplemente una fantasía inventada por individuos que pueden confundir la realidad con la ficción. Sin embargo, mientras la creencia o no creencia en la existencia de fantasmas se ampare en la sin solución de continuidad entre escépticos y crédulos; la realidad del ghosting, supera los fenómenos fantasmagóricos o hasta espirituales, descritos en los cuentos y leyendas desde tiempos pasados.
La práctica del ghosting, no tienen nada de paranormal pero sus acciones temibles son una alarma para permanecer recelosos ante este desagradable fenómeno que puede causar más daño y espanto, en la psique de un individuo, que la historia del fantasma de Sadako o Samara descrita en la novela de Koji Suzuki, y que popularmente es conocida como la niña del “El Aro.” Aunque, el ghosting, se ha difundido más con la tecnología y con la llegada de las redes sociales como: Facebook, WhatsApp, Telegram o cualquier App usada para la interrelación social; es una práctica que siempre ha existido, no sólo ocurre durante el inicio o proceso de las relaciones de pareja; también, suele darse, como un mal hábito entre amigos, compañeros de trabajo e incluso hasta dentro del núcleo familiar; por eso, te puede ocurrir con una persona que estás empezando a conocer o con una persona en la que confiaste por demasiado tiempo. Un tipo de ghosting, menos común, pero devastador es cuando un cónyuge desaparece después de años de matrimonio o el final inexplicable e inesperado de una breve relación romántica.
Desde la psicología, el ghostear a alguien puede llegar a ser traumático porque se afecta principalmente a las emociones y para aquella persona que lo haya vivido o esté viviendo, los sentimientos que genera son de incertidumbre, frustración, culpabilidad, ansiedad y hasta dependencia a la utilización del celular por estar atentos al tener de nuevo contacto con él/ella ghosting. Este efecto “fantasma”, se asocia al comportamiento o la conducta de las personas que has visto, con cierta regularidad, y de repente ¡boom! corta toda comunicación, creando la ilusión de haber desvanecido de la faz de la tierra y sin explicación alguna; lo anterior, puede originar un impacto emocional tan grave como para acabar en cuadros de ansiedad o de depresión en la víctima. Ahora, para que se dé el ghosting, es necesario que exista una comunicación real y previa; es decir, que ya existiera una interacción y acuerdos entre las partes que se comunicaban; por tal razón, no se considera práctica ghosting el que no hubiese una comunicación fluida o interacción previa entre las personas; tampoco es ghosting el contacto o zona cero; el contacto cero es el límite que se pone a una persona manipuladora abusadora como mecanismo de protección. Entonces, para el caso de las personas que están interactuando con alguien, por deseo del entablar una amistad o una relación de pareja; existen tres prototipos de ghosting que suelen aparecer en escena:
El primer prototipo de ghosting, corresponde al sujeto que no es disponible emocionalmente, de actitud inmadura, vacía, superficial y de espíritu cobarde; es una persona que tiene miedo de enfrentarse con la incomodidad emocional que pueda generar entorno a la persona con la que interactúa y prefiere desaparecer, de manera intencional, sin explicación. Es el fantasma que prefiere (hombre o mujer) creer en su postura del ser simpático y simpáticamente desaparecer por miedo de confrontar situaciones difíciles que fracturen sus máscaras y revelen su realidad; así que, estos fantasmas consideran que el dejar en visto los mensajes, el no responder llamadas o el bloquear; es una manera aceptable de terminar las cosas ante las personas que hacía creer que tenía un buen vínculo emocional. Este tipo de 'ghosting' es difícil de digerir porque quien te lo hace no es cualquier persona, sino alguien en quien ya confiabas plenamente. Esto se siente como una traición al respeto y engaño a la confianza que se construyó durante ese tiempo de interacción con esa persona; por tal razón, es normal que la víctima de ghosting, sienta el vértigo ante cuestionamientos como: ¿hice algo mal?, ¿dije algo?, ¿hay algo malo en mí? ¿por qué desapareció?... Para que te sientas bien, no hiciste nada malo, sólo contaste con la fortuna o la desfortuna de encontrarte con un fantasma en tu realidad no paranormal y, por supuesto, no se tenía por qué sospechar de esa persona más aún, si existía, cierto vínculo de amistad o de relación emocional, mental y/o sexual. Es importante comprender que el ghosting, dice mucho más de la persona que te lo hace que de ti. Así que, por muy doloroso que sea el proceso, es mejor dejar que esas personas continúen con sus mil caras de postura simpática; hasta que, dentro de su proceso cognitivo, pueda reflexionar y decidir dar la cara para cerrar un ciclo que no tuvo un final real o para afianzar una muy buena relación sin repetir ciclos de ghosting. Algunas señales, de actitud, en estos fantasmas cobardes son:
- Reducen el tiempo para ver de nuevo a la persona.
- Usar la frase más usual: “estoy tan ocupado…”
- Sus respuestas se tornan más secas que el desierto de Sahara.
- Los mensajes son cortos y sencillos que no dan apertura al diálogo.
- Son evitativos al sentir que una relación se está volviendo cercana (en ocasiones, por baja autoestima o depresión, quieren evitar las críticas y la vergüenza, una razón para evitar una relación o la intimidad).
El segundo prototipo de ghosting, corresponde al depredador emocional que usa esta estrategia narcisista, de tratamiento de silencio, para producir sentimientos de abandono que impacta directamente en la autoestima de la víctima. Es una forma silenciosa de agresión psicológica y de decir: “No tienes valor para mí.” Este comportamiento, es una total manipulación tóxica, puede usarse durante horas, días, semanas, meses y volver como si nada pasara o no volver de forma definitiva. El propósito de esta maquiavélica estrategia, es lograr crear vacíos, en la mente de la persona, por la ausencia de información y falta de explicación ante el súbito abandono; lo anterior, conlleva a la confusión y a la dependencia, ante la constante sensación de culpa, del sentir que son los directos responsables de esa malévola actitud. Esta clase de ghosting, ve las relaciones como un medio para obtener lo que quieren, poco importa los sentimientos de los demás. Lo único que les interesa es lo que pueden obtener de la persona que están manipulando; eso suele ser, sexo o regalos materiales, actos de servicio, y/o un cortejo extravagante. De este modo, se proyectan como personas difíciles de alcanzar o ghosting, desapareciendo a voluntad propia. Algunas señales, de actitud, en estos fantasmas de inframundo son:
- Seductores y avanzan muy rápido al principio de la relación.
- Lanzan promesas de compromiso que nunca cumplen.
- Juegan con el imaginario.
- Mienten, son escurridizos y difíciles de precisar.
- Coquetean delante de ti.
- Siempre mantienen sus opciones abiertas para tener sexo o salir con múltiples parejas.
- Se niegan a discutir, con argumentos, en la relación.
- Culpan y juegan a ser la víctima.
- No llaman o envían mensajes de texto primero.
- Te ocultan de amigos o familiares.
- Esperan que les leas la mente en caso de desaparecer y evitar la explicación.
- Emiten señal confusa, con el propósito del tener en órbita a quien ignora sin ningún contacto significativo.
Para este ghosting, depredador emocional, el compromiso es un estorbo; por tal razón, suelen ser promiscuos y el sexo o la intimidad no representan ningún tipo de vínculo emocional. Es importante entender que, en una relación con un ghosting narcisista, el tú-yo o el yo-tú no se basada en lo que un ser empático suele entender como amor. Estos ghostings, son succionadores de emociones y crean atmosferas de crueldad emocional que desde la psicología conlleva, a algunas víctimas, a la incapacidad para establecer nuevas relaciones amorosas por falta de confianza o de aceptación social a consecuencia de ese “shock o sensación de soledad para el corazón.” Los narcisistas, son los principales causantes de propagar la normalización del ghosting; para este prototipo de fantasmas, carentes de empatía, el realizar esta práctica es el tratar llenar, en vano, el hueco que tienen en su interior. Para Darlene Lancer (terapeuta especialista en relaciones y codependencia), las personas con patrones y características de codependencia o baja autoestima; son objetivos fáciles para estos ghostings narcisistas; pues, son más fáciles de dejarse seducir por la generosidad, las expresiones de amor, la adulación, el sexo y el romance; para luego entramarlos, poco a poco, a tolerar un comportamiento cada vez más egocéntrico y abusivo.El tercer prototipo de ghosting, corresponde al sujeto que usa las redes sociales para atrapar víctimas; al comienzo, la comunicación muy dinámica y siempre con la promesa de un próximo encuentro físico. Pero la curva del interés va bajando y cuando se cansa de la persona puede decidir bloquearla de todas sus redes sociales sin tener que dar ninguna explicación; para así, reemplazar ese contacto, descartado, por otro individuo. Aunque, la relación es menos directa, que los dos anteriores ghostings, es de vital importancia activar las alarmas para reconocer esta práctica de deshumanización digital que promueve una menor participación emocional, en quien práctica el ghosting, y un riesgo de manipulación y daño emocional para quien sufre el descarte.
Está claro que, por mucho que pueda doler, a ciertos seres humanos, el romper con alguien algún vínculo de relación afectiva; no es válido, el avalar el ghosting para demostrar poder ante las personas como si estas fuesen meros objetos. El ghosting, como técnica de manipulación es cruel y despiadada al generar, en algunas víctimas, consecuencias devastadoras en lo que respecta a abrir heridas emocionales de abandono, rechazo, traición, humillación e injusticia. Cuando se ha sido víctima del efecto ghosting, es vital el admitir y sentir los sentimientos negativos que nacen ante a la pérdida (mientras se aprende a ser más prudente emocionalmente); es importante, no replicar este tipo de conducta; el promover y fortalecer la comunicación con los demás expresando lo que realmente se siente o se quiere es una disciplina de nunca olvidar y que siempre va a caracterizar a las personas empáticas; y, aunque duela el rechazo, es necesario enfrentar el proceso de la forma más racional; el aceptar que el fantasma se ha ido es más importante que saber el por qué lo ha hecho; así, se elimina el sentimiento de culpa que desean instaurar, esos fantasmas, en las mentes sensibles que logran manifestar, honestamente, el espectro emocional hacia los demás.
"El egoísmo no es el amor propio, sino una pasión desordenada por uno mismo."
- Aristóteles
EL LADO OSCURO DEL CORAZÓN
EMOCIONES SINIESTRAS
Se dice que a los humanos los habita un lado oscuro y que las personas pueden hacer cosas malas por conseguir estatus social, dinero, poder o placer sexual; pero, hay quienes actúan mal porque sí, porque eso es lo que son, causan daño porque o disfrutan sintiendo el dolor de los demás o no sienten el dolor de los demás, sus fines nunca justificaran sus medios y lo hacen sin razón alguna. Este prototipo de seres suele ser una mezcla extravagante de rasgos tendientes a la psicopatía, al sadismo, el maquiavelismo y al narcisismo. Son un perverso coctel de emociones retorcidas, una mutación cerebral que les hace incapaces de metabolizar o sentir emociones como: el amor, la compasión, la bondad. Pero, son muy sutiles al estudiar detenidamente el cómo se comportan los demás y aprenden perfectamente a reaccionar simulando sentir sentimientos.
Durante la historia, ciertas posturas religiosas y culturales, asignan este singular rasgo de personalidad a demonios encarnados para recrear la maldad que los anida. Sus víctimas, experimentan la destrucción de la mente por medio de situaciones caóticas, llenas de mentiras y manipulación. Estas personalidades trastornadas (o seres “endemoniados”) suelen ser difíciles de detectar, de distinguir o de comprender; por lo general, se disfrazan de personas encantadoras, carismáticas y hasta serviles. Sin embargo, hay sensaciones que los delatan; por ejemplo, cuando la fatiga, la incertidumbre y la confusión, entre otras enmarañadas emociones, se manifiestan en la psique de las víctimas, mientras el perverso o la perversa generan la oscura aureola que hace ver al otro como el generador de los problemas.
Lamentablemente, sea por miedo o por ignorancia, a este tipo de conductas maléficas, las personas preferirán creer al perverso y a su coctel de emociones retorcidas que al evidente agobio de los vulnerados. Las víctimas, están tan desgastadas y se sienten tan hundidas en la miseria que no encuentran la salida de lo que es un juego para los seres “mata mentes.” Desgraciadamente, ese continúo hostigamiento que anhela destruir el autoconcepto de la víctima conllevan, en casos extremos, a tomar decisiones como: El dudar de todo y de todos (con respecto a sí mismo) que hace, se origine, un perfil de persona insegura que busca en el sufrimiento, el dolor y la culpabilidad, alicientes para sentirse bien; asimismo, ven al perverso controlador como su protector, por el que se esmeran para ser su fuente de suplemento sexual o de asistencia inagotable. Otra vía de escape, es elegir el suicidio. La inducción al suicidio de la víctima, es el mayor logro y satisfacción que obtiene la persona perversa porque disfrutan, sádicamente, de la desintegración del otro.
Estos entes, no sufren de remordimientos, no tienen sentimiento de culpa, pero saben perfectamente diferenciar el bien del mal por las reacciones de los demás y por las consecuencias que ambas acciones generan entre las personas. Por tal razón, ejercen el mal naturalmente y aunque saben que sus actos son socialmente considerados como malos, no lo conciben como tal.
No todos llegan a ser criminales; sin embargo, la perversidad en estos seres, puede incitarlos a introducir conductas homicidas que asumirán, directa o indirectamente; tanto es así que para no usar sus propios medios, algunos de estos sujetos “maquiavélicos”, trasladan sus instintos a algo más terrible como la satisfacción del forzar a otros a cometer asesinatos. Son un perverso sistema de destrucción de conciencias con un perpetuo vacío interior y la única forma de no verse arrastrados hacia ese vacío es destrozando la vida de las personas. De ningún modo, serán capaces de simpatizar o preocuparse por el sufrimiento ajeno.
Como ejemplo de las características del coctel perverso, con habilidades de liderazgo y manipulación retórica, asociadas a uno de los eventos más devastadores de la historia humana; Adolf Hitler, político y militar alemán de origen austriaco, permanecerá en el imaginario colectivo como el mayor monstruo que la humanidad haya engendrado. Lo anterior, se evidencia en sus discursos, en sus actos y en las ideas que transmitió a través de sus escritos; que han permitido establecer algo semejante a un perfil psicológico. Aunque, los pensadores no son culpables de la repercusión que lleguen a tener sus escritos, se atribuye a F. Nietzsche, filósofo alemán, el haber persuadido la ideología nazi a través de la conceptualización del “superhombre.” Sin embargo, es un tema muy discutible en tal relación entre Nietzsche y el nazismo; la cuestión es… si Hitler leyó a Nietzsche, lo entendió desde su apreciación y, quizá, descontextualizó las ideas manifiestas en la obra del pensador alemán “Así habló Zaratustra” para llevar a cabo, la idea de la pureza de la raza y la superioridad étnica.
Para algunos especialistas, dentro del campo de la salud mental, este perfil de individuos o entes (que mezcla la psicopatía, el sadismo, el maquiavelismo y al narcisismo), difícilmente puede tratarse desde alguna técnica terapéutica; pues su falsa personalidad siempre actuará como un espejo que hace parecer a los demás culpables e inestables ante sus posturas y terminar por proyectasen como los que están sufriendo estados de conmoción que les ocasionan los otros; no obstante, el debate existe entre quienes piensan que sí es posible de tratar psicológicamente a estos entes. Por otra parte, están quienes opinan, desde factores neurobiológicos, que estos individuos o entes pueden sufrir de lesiones en la amígdala y la corteza prefrontal, involucrada con el experimentar y expresar las emociones o los sentimientos; por tal razón, es difícil que esta condición cambie al tratar de llenar ese vacío interior.
HOY NO SOY SUJETO - ESTOY MELANCÓLICO
“Creo que la melancolía es, en suma, un problema musical: una disonancia, un ritmo trastornado. Mientras afuera todo sucede con un ritmo vertiginoso de cascada, adentro hay una lentitud exhausta de gota de agua cayendo de tanto en tanto.”
Alejandra Pizarnik.
En el estado anímico, no sólo existen sentimientos de felicidad; la melancolía, llamada en la antigüedad como enfermedad del alma, fue diagnosticada por Hipócrates, médico de la antigua Grecia, como un peso particular que se lleva en el cuerpo y su causa un exceso de bilis negra. Aristóteles, pensador ateniense, definió la melancolía como esa característica particular que tienen los individuos que se han distinguido en la filosofía, en la poesía y en las artes; a todos ellos, los habitó, según el pensador, una especie de fuerza que los llevó a la autodestrucción. Lo anterior, permite abrir el debate al relacionar la melancolía, con el genio y la locura o los delirios con la producción poética y el arte en general. De manera que, la melancolía resulta tan atrayente como confortable que puede llegar a ser recurrente y hasta permanente en el tiempo y espacio de la psique humana.
Hablar de melancolía en la actualidad; es hablar de depresión, una mezcla hecha de intensa tristeza con sentimientos de pesimismo, irritabilidad, culpa e intranquilidad, con un alto riesgo hacia las ideas de muerte y al acto suicida. Por lo general, la depresión se presenta como un estado de inhibición o un síntoma bajo la forma de angustia que conlleva, en ocasiones, alterar el pensamiento y el comportamiento de las personas que la padecen.
Según la OMS, “se calcula que más de 322 millones de personas, en el mundo, padecen algún tipo de depresión. Y Colombia, según la OMS, se encuentra entre los altos promedios de depresión con el 4,7 % de los colombianos que sufren esta condición.” [1] Sarcástico pensar que la depresión, más que una pandemia, genere porcentajes tan elevados de afectación anímica, en las personas, a nivel mundial.
El sentimiento depresivo, genera momentos de agobio y estrés al recordar situaciones en las que se ha sido feliz o triste. Sin embargo, la persona, puede evocar momentos felices del pasado sin generar ansiedad y ser, a su vez, los recuerdos una vía de escape ante ésta inquietante sensación de pesadez. El individuo depresivo, vive como si el presente y el futuro próximo no tuvieran situaciones por las cuales ser feliz; pareciera que todo tiempo pasado fuera mejor y el presente se torna en una sensación de lentitud exhausta y densa; algunos factores considerados como detonantes depresivos son: La soledad, dificultades financieras, problemas en el matrimonio o en las relaciones de pareja, ser víctima de abuso y/o abandono, la migración, problemas de salud, pérdida de seres queridos, pérdida de trabajo, consumo de sustancias psicoactivas; entre otros. Para combatir la depresión o melancolía, es importante que, desde el ámbito de la psicología, se oriente y se acompañe a la persona desde técnicas de psicoterapia que permitan asimilar y afrontar los pensamientos negativos que conllevan a la autodestrucción mental y física.
Cuando la gravedad de la melancolía llega al estado de trastorno debe tratarse como una enfermedad y es vital iniciar un tratamiento especializado que permita el uso de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina con el propósito de mejorar el estado del ánimo, regular los ciclos de sueño-vigilia y el reloj biológico.
La depresión o melancolía, de la que poco se conoce su bioquímica y origen en quienes la padecen; puede ser abordada, desde la perspectiva fenomenología, para entender las muchas causas y modificaciones del sujeto que la lidia como un trastorno mental. De hecho, la depresión no, necesariamente, implica la razón por la que una persona acuda a un psicólogo; por tal razón, la tarea del profesional, en esta rama de la salud mental, es entrever más allá de lo que el paciente expresa, para poder detectar, sutilmente, esta psicopatología mientras la persona narra sus experiencias internas. De lo contrario, este sentimiento de agobio pasaría a ser inadvertido y visto como una mera expresión intensa de X emociones negativas.
Para muchas personas, la depresión es el acto a la potencia del proceso creativo; así, artistas a lo largo de la historia se han dejado poseer de esta patología como musa de inspiración; por ejemplo, León Tolstoi, es más recordado por sus novelas de corte universal, que por su padecimiento melancólico descrito en su ensayo ‘Mi confesión”: “Mi vida se había detenido de golpe. Podía respirar, comer, beber, dormir. En realidad, no podía evitar hacerlo, pero no había una vida verdadera en mí” [2]. Tolstoi, fue crítico de sí mismo y cuando su depresión empeoró, siempre se recriminó no haber tenido el valor de suicidarse. De igual manera, la depresión se representó así misma a través de las obras de artistas como: Ernest Hemingway, Alejadra Pizarnik, Fran Kafka, Virginia Woolf, Francisco de Goya y Edgar Allan Poe; entre otros.
[1] Informe OMS. Recuperado de: https://www.javeriana.edu.co/mentalpuntodeapoyo/?p=281
[2]Recuperado de: www.lectulandia.com Libro Confesiones; Pág. 15 cap. IV
http://olimpiadasquindio.ddns.net/principal/bibliotecags/Confesion%20-%20Leon%20Tolstoi.pdf